Cuenca, 14 de Diciembre de 2010.

“El alma del hombre es como el agua:

Viene del cielo y se eleva hacia el cielo”

CIRCULAR DE

SOR MARÍA ALEXIS SERRANO AGUILAR. 

Queridas hermanas y hermanos:

Fue el anochecer del 30 de Noviembre del 2010, cuando nuestra hermana María Alexis Serrano Aguilar, partió a la casa del Padre a su encuentro definitivo con los Sagrados Corazones y la gran familia religiosa nuestra que en paz descansan.

Adelaida Dioselina Serrano Aguilar, nació el 03 de diciembre de 1923, en Chordeleg, Provincia del Azuay, ingresó a la Congregación el 24 de septiembre de 1943, en Cuenca, inició el noviciado el 30 de abril de 1944, en Rumipamba –Quito, profesó sus votos temporales el 30 de Abril de 1946 y su profesión perpetua, el 24 de septiembre de 1950. Sus obediencias fueron siempre dentro del campo de la docencia, primero como maestra de primaria desde 1943 a 1946, luego trabajó como maestra de colegio en Rumipamba – Centro; en 1953 en Colombia Pereira, 1959, profesora – estudiante; 1964, En París estudiante, 1966, profesora en Rumipamba, 1968 Vicerrectora del Colegio, 1969, Superiora – Rectora – Orientadora en el colegio Quito-Centro ; 1975 Rectora en Colegio de Cuenca; 1981, en Francia, estudiante; en 1984, va a Roma y estudió un año, 1985, regresó a Cuenca como profesora; en 1990, permiso de ausencia; 1992 en adelante pasó enferma.

En cuanto a su capacitación humana, estudió: Corte y Confección, Licenciatura y doctorado en Ciencias de la Educación, diplomado en Matemáticas, en francés y cursos de Orientación Vocacional lo que le dio una mente lúcida hasta el final. Como maestra aportó muchos años en la formación de las jóvenes.

En su Vida Religiosa, se destacó en la observancia a las normas, su fidelidad a la Adoración, a la Vida de Comunidad, igualmente demostró una adhesión grande a la Iglesia y un espíritu de gran austeridad convencida de que el amor, el olvido y el sacrificio son elementos que encierran el don de sí. Decía: “Desde que conocí a Jesús, nadie me ha robado el corazón”, frase reveladora de su riqueza espiritual y la convicción firme de su vocación religiosa.

María Alexis, vivió dos meses de mucho dolor y sufrimiento; el pre infarto cerebral le atrofió sus músculos, dejándole en una postura inmóvil lo que causó una terrible escara en su cuerpo y en ningún momento se la oyó queja alguna, lo que nos hace pensar que vivió la enfermedad en una actitud de purificación y reparación.

Estamos seguras de que nuestra hermana goza ya de la presencia salvífica, sin embargo con un sentimiento fraterno pedimos para ella las oraciones que son propias en nuestra Congregación.

Fidelia Mendoza y Hermanas de la Comunidad SS.CC. Cuenca.