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177º aniversario de la muerte del Buen Padre (Marzo 2014)

ADORACIÓN FIESTA DEL BUEN PADRE

buen pad

Introducción

Somos herederos, y cuando lo olvidamos, reducimos una parte de la vida, que nos viene más allá de nosotros mismos y nos hace constructores del hoy y del mañana. Recordar la “entrada en la vida” de nuestro Fundador, es para nosotros una ocasión de acordarnos que si estamos aquí, lo debemos a su fe y a su celo para con lo que él llama “la obra de Dios”. ¿Cómo no dar gracias?

 

Nos corresponde a nosotros, ahora, hacer fructificar esta herencia para que el encuentro con Jesús y su Evangelio sean una fuente de vida y de gozo para las personas a quienes hemos sido enviados.

 

A sus primeros discípulos les gustaba llamarle el “Buen Padre”.

Tan verdad es esto que, en sus sucesivos cargos, algunos simultáneos, de Superior de las primeras comunidades picpucianas, de profesor de teología, de Vicario general en varias diócesis, de iniciador de las primeras misiones en Oceanía, su olvido de sí mismo y su bondad hacen pensar en el Buen Pastor del Evangelio.

 

Los siervos de Dios hacen que nos volvamos hacia Cristo. El recuerdo de Pedro - José María Coudrin, el “Buen Padre”, nos invita a contemplar durante esta adoración a Cristo, Buen Pastor. (Adoremos a Jesús, Pan de vida)

 

Exposición del Santísimo Sacramento

Canto:

Invitatorio:

Escuchamos a Jesús que habla a nuestro corazón: “Ustedes, a quienes amó hasta la muerte; ustedes a quienes llevo en mi corazón; ustedes mis discípulos queridos, vengan a recibir el precioso don de mi amor. Vengan a unirse conmigo, para no separarse nunca.

-          “El fin del Instituto es reproducir las cuatro edades de la vida de nuestro Señor Jesucristo”: Su infancia, su vida oculta, su vida evangélica y su vida crucificada…”. Señor Jesús, en ti encontramos todo. Tu nacimiento, tu vida y tu muerte He aquí el camino a que tú nos llamas a seguirte para encontrar vida y felicidad, y anunciar la Buena Noticia de tu amor. Jesús, Maestro y amigo te adoramos y te bendecimos.

Estribillo: Adoremos el Cuerpo de Cristo, bebamos de la fuente eterna.

 

-          Jesús, el niño de Belén, la Virgen María te acostó en un pesebre. Conservando con cuidado todos estos acontecimientos en su corazón, con José, su esposo, te vio crecer y hacerte fuerte. Jesús, el Hijo querido del adre, el primogénito de una multitud de hermanos, ¡te adoramos y te bendecimos!

Estribillo: Adoremos el Cuerpo de Cristo, bebamos de la fuente eterna.

 

-          Jesús en la intimidad de la casa familiar de Nazaret, al hilo de los días que discurren entre el trabajo y el descanso, entre penas y alegrías. Viviendo con María y José, escondido en Dios, sin cesar, en su presencia en el amor…

Jesús, buen pastor, que va en busca de la oveja perdida, ¡te adoramos y te bendecimos!

Estribillo: Adoremos el Cuerpo de Cristo, bebamos en la eterna.

 

(Oración silenciosa)

 

Oración: (Todos juntos)

Dios, Padre nuestro, tú has llamado a su servidor, José María Coudrin a fundar, con la madre Enriqueta Aymer de la Chevalerie, una nueva Congregación religiosa en la Iglesia, para reparar por todo el mundo las riquezas infinitas de tu amor manifestado en el Corazón de Jesús, tu Hijo, y en el Corazón de María, su Madre. Haz que la Iglesia, por su Beatificación, le proponga como un auténtico testimonio de tu evangelio, para que su celo ardiente y su oración confiada nos estimule a seguir a Jesús por los caminos. Danos arder con su mismo fuego para contemplar su Amor presente, y actuar en el sacramento de la Eucaristía y en el corazón de nuestras vidas, para anunciarle siempre y por todas parte. Te lo pedimos por Jesucristo, Nuestro Señor. AMÉN.

 

Escuchemos la Palabra de Dios

 

Para prepararnos a escuchar la Palabra de Dios, pidamos al Espíritu Santo que nos llene con su luz.

Canto:

Lectura del Evangelio según san Juan (10, 1-17)

(Oración silenciosa).- Meditación de la Palabra

-          Nosotros seremos salvados por Jesús; solo Él es la verdad, el camino, la vida. Solo Él es nuestro jefe, nuestro guía, nuestro modelo y no se puede caminar sin sus huellas que nos llevan a la cruz. No se puede llegar a la vida, más que por la puerta estrecha; no se puede ser su discípulo, más que renunciando al hombre viejo.

Estribillo: El Señor es mi pastor, nada me faltará.

 

-          Dios mío, no temeré al sufrimiento, porque tú estás conmigo. Tú apoyo será toda mi fuerza, tu bondad mi único recurso. A la sombra de tus alas, sostendré los esfuerzos reunidos de los asaltos más fuertes: hambre, desnudez, peligros, persecuciones, violencia… Nada en el mundo podrá separarme de tu amor… Y en el colmo de mi dolor, me arrojaré en los brazos de Jesucristo. Apretaré mi corazón contra su corazón!

Estribillo: El Señor es mi pastor, nada me faltará.

 

-          ¿Qué hace Dios a favor de los pecadores? Los colma de sus beneficios que son pagados con la más negra ingratitud. No se ha contentado con enviar a su Hijo en la plenitud de los tiempos…Les envía todos los días a ese Hijo querido para ofrecerle en su adoración, para ser el alimento de su alma…Jesucristo en medio de nosotros para alimentarnos con su propia carne y apagar nuestra sed con su propia Sangre. ¿Podía hacer más por nosotros?

Estribillo: El Señor es mi pastor, nada me faltará.

 

(Oración silenciosa)

 

Canto: El Señor es mi pastor, nada me falta

 

Unámonos a la intercesión de Jesús

 

-          Oh Dios, Padre nuestro, tú eres el Dios rico en misericordia. Tú nos amas primero. Tú eres el alfa y la omega de toda verdad y de todo amor, la fuente de toda paz y de toda justicia.

Estribillo: Que llegue tú día y el tiempo de tu gracia que llegue tu día y el hombre sea salvado.

 

-          Danos participar de tu amor. Pon en nosotros un amor que sepa ser paciente y apasionado, que sepa hacerse denuncia y anuncio, que sepa estar a la escucha de toda necesidad y de toda ternura, que sepa, sobre todo, encontrar a los pequeños y a los pobres, para descubrir sus riquezas, escuchar sus llamadas y servir su causa.

Estribillo: Que llegue tu día, y el tiempo de tu gracia que llegue tu día en que el hombre sea salvado

 

-          Pon en nosotros tu Espíritu, que nos conduzca hacia la verdad total y hacia el amor pleno. Que el amor a la verdad, no apague en nosotros la verdad del amor. Sobre los terrenos áridos donde tenemos que combatir con frecuencia, apártanos del atractivo de las cisternas rotas y vacías. Haznos volver a la fuente donde tú nos has dado el don de la vida, donde tú continuas, como a la samaritana, revelándonos el don de Dios.

Estribillo: Que llegue tu día, y el tiempo de tu gracia. Que llegue tu día, en que el hombre sea salvado

 

-          Sobre la tierra llena de riqueza y de placer, donde corremos el peligro de caer, no nos dejes hundirnos en la inconsciencia. Mantén en nosotros, viva y pujante “el hambre y la sed de justicia”. Haz que resplandezca para nosotros la revelación de tu Reino para que nuestros combates a favor del hombre, sean siempre presididos por el éxito de tu Gloria. Que nuestras palabras y nuestros actos, nuestros proyectos y nuestras tareas sean lugares donde la justicia y la paz se encuentren, lugar donde se cumplen y verifican las Bienaventuranzas que tú proclamaste.

Estribillo: Que llegue el día y el tiempo de tu gracia, que llegue el día en que el hombre se salve

 

Padre Nuestro.

Recibamos la Bendición del Señor

 

Tantum ergo Sacraméntum,santisimo papa francisco

Venerémur cérnui:

Et antíquum documentum

Novo cedat rítui;

Præstet fides suppleméntum

Sénsuum deféctui.

Genitori Genitóque,

Laus et iubilátio;

Salus, honor, virtus quoque,

Sit et benedíctio;

Procedénti ab utróque

Compar sit laudátio. Amen.

 

Oración para antes de la Bendición

 

Dios, Padre nuestro, creemos y afirmamos, que tu Hijo Jesús, nacido, para nosotros, de la Virgen María, clavado en la cruz por nosotros, está presente en el sacramento de la Eucaristía; haz que encontremos, en esta fuente divina, nuestra salvación para siempre. Por Jesucristo nuestro Señor.

 

Bendición

Mientras tanto se canta:

Ubi Caritas et amor…

Canto a la Virgen María: Salve Regina…

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