Quito, 18 de diciembre del 2015

CIRCULAR DE MARIA AGUSTINA CAPELO CORONEL

«Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene, y hemos creído en él.

Dios es amor y quien permanece en el amor, permanece en Dios y Dios en él (1ª Jn. 4, 16)

María Agustina (Herminia Blanca), hija del Sr. José Daniel Capelo, y de la Sra. Casimira Coronel.  Nació el 25 de enero de 1926 en la Provincia del Azuay.  Creció en un ambiente muy cristiano, todos los días rezaban el Rosario en familia.  El hogar estuvo formado de seis hijos, tres varones y tres mujeres, María Agustina fue la quinta hija.

Ingresó al Colegio de los Sagrados Corazones de Cuenca y recibió una esmerada educación.  Sintiendo la llamada de Dios, María Agustina entró  a la Congregación en agosto de 1947.

Inició el postulantado el 11 de agosto de 1947, el noviciado el 7 de abril de 1948, su profesión temporal el 18 de abril de 1950 y los votos perpetuos el 1 de agosto de 1953.

Durante su vida religiosa tuvo diversas obediencias: como maestra practicó la pedagogía del amor, con entrega y donación a las estudiantes, siendo guía, confidente y orientadora,  imprimiendo en ellas el amor a los Sagrados Corazones de Jesús y de María y una tierna devoción a la Santísima Virgen de la Paz.

Fue superiora abnegada, cercana, sabía acompañar a sus hermanas desde sus necesidades. Fue administradora de diferentes Obras; de 1972 a 1994 administradora provincial.  Su último servicio como administradora fue del 2000-2009 en la Comunidad Casa de Oración, donde mantuvo su espíritu de servicio, su entrega sin límites y sobre todo mostró siempre su corazón tierno, generoso y misericordioso.

La Provincia del Ecuador tiene grandes motivos para agradecer a Dios por una hermana que supo vivir el amor y que llegó a cada una de sus hermanas de comunidad y de Provincia con un corazón abierto y sincero, fue tal vez por eso,  que Dios la llamó en el Año de la Misericordia, a los 10 días de haberse declarado abierto el JUBILEO DE LA MISERICORDIA, en el mundo entero.

Querida María Agustina, desde los brazos del Padre Dios, bendice a tu familia y alcánzanos gracias especiales para la Congregación que busca ser el Rostro de Jesús.

A pesar de la certeza de que está gozando del amor misericordioso de Dios, les pedimos aplicar las oraciones prescritas por nuestras Constituciones.

 Fraternalmente y en nombre de la Comunidad SS.CC. San José  

Gloria Ortiz Beltrán, SS.CC.