Quito, 8 de septiembre de 2012
C I R C U L A R
MARÍA INÉS VÁSQUEZ VELEZ (INÉS FLORENCIA)
El en la madrugada del 8 de Septiembre día de la Virgen María, nuestra hermana MARÍA INÉS VÁSQUEZ VELEZ, fue llevada al trono del Padre Dios y estamos seguras que llegó en los brazos de su Madre, y que ya está gozando del amor infinito y misericordioso de Dios.
María Inés nació el 30 de Agosto de 1923 en Saraguro, Provincia de Loja. Sus padres José Miguel Vásquez, de profesión carpintero, fue quien le enseñó a amar el trabajo y sobretodo, le puso en contacto con, el Jesús del martillo. Su madre, María Trinidad Vélez, fue su compañera en el día a día; su trabajo en casa le facilitaba estar muy cerca de sus hijos.
Le enseñaron las primeras letras, las Hermanas Marianitas, a quienes recordaba con cariño, por haberle enseñado a compartir su saber con los otros, porque desde los 12 años de edad, fue conociendo la metodología y la pedagogía, elementos esenciales para llegar a los demás.
Con las Hermanas de la Caridad se inició como maestra y esta experiencia la llevó a nuestra Congregación, cuando más tarde ingresó al Postulantado en 1946. Se enamoró del Carisma Congreganista, por la vida de adoración, y sobre todo, porque miró en las hermanas la actitud de sencillez, de pequeñez, de entrega total al servicio que le encomendaba.
Se sintió feliz el día que inició su noviciado, el 11 de Febrero de 1946, y su entrega fu total cuando hizo su primera profesión, el 24 de Septiembre de 1948. El 6 de Agosto de 1952, al acostarse bajo el manto mortuorio, ella se entregó de lleno al Jesús, que ya amaba.
Con gozo y emoción, recibió la obediencia para ir a Colombia en el año 1952, para dedicarse, a tiempo completo, a la educación, servicio que ella realizaba, con mucho cariño y creatividad. Después de estar 20 años en Colombia, es enviada a Manta para colaborar en la Escuela de Fe y Alegría, tiempo que aprovechó para un apostolado integral, no solamente con las alumnas, sino con maestros y padres de Familia. Más tarde, su apostolado fue en el Colegio SS.CC. Centro, donde fue testimonio de bondad, de devoción a María, y sobre todo, de amor a la adoración al Santísimo Sacramento.
Casi todas las Escuelas y Colegios gozaron de su presencia, porque en todos ellos se destacó como una maestra ejemplar.
En 1979, estando en la Escuela de Salinas, se puso muy delicada de salud, por lo que tuvo que venir a San José de Rumipamba.
Volvió a la Comunidad de Salinas, y se dedicó, nuevamente, a la educación, y como siempre, su preocupación fue la Pastoral familiar y a las comunidades laicales.
Recorrió El Cisne, Cuenca y, nuevamente, a causa de su salud, regresó a la Comunidad de San José. Vivió su consagración con alegría, gozo y fidelidad, mantenía siempre su rostro sonriente para quienes se acercaba a ella.
En medio de la gran pena que sentimos por su ausencia, damos gracias al Señor por todo lo que ella ha significado para nosotras, hemos gozado de su profunda fe y amor a la Eucaristía
Sabemos que María Inés está ya gozando del amor misericordioso de Dios, sin embargo, pedimos para ella el recuerdo fraterno en las oraciones prescritas por nuestras Constituciones.
Ana Beatriz Jaramillo. SS.CC.
Y Comunidad de San José